Estamos preocupados con la guerra Rusia Ucrania que no tiene visos de parar con el peligro de que estalle la tercera guerra mundial, estamos con la huelga de transportistas, con el covid (seguimos en pandemia), con la bestial subida de la cesta de la compra, la luz, el gas, los combustibles, la inflación galopante y por si fuera poco llega Sánchez y no se le ocurre otra cosa que poner en un brete nuestras relaciones con Argelia, precisamente la que nos suministra el gas, debido al acuerdo de Sánchez dando carácter de autonomía marroquí, a la antigua colonia del Sahara español (una traición al pueblo saharaui en toda regla), pues incumple la resolución de las Naciones Unidas, y lo que es peor Sánchez se somete al Rey moro, lo que no deja de ser una humillación para España. ¿Con la que tenemos liada, era el momento propicio para hacer este imprudente y temerario movimiento? A no ser que exista alguna secreta estrategia geopolítica que no conocemos. Las consecuencias las veremos pronto, porque Argelia es un socio indispensable para España ya que importamos el 42,5% del gas y porque sirve de contención a la inmigración irregular. De momento es una cagada en toda regla.
Análisis constructivo sobre el panorama social, económico y político de nuestro país
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