El desaliento crece entre los españoles y no solo por la pandemia, o por la subida de precios o por no llegar a fin de mes, sino por la humillación constante que sufre España y los españoles, por parte de independentistas, nacionalistas y Batasunos, con un continuo chantaje, a cambio de que el Gobierno pueda continuar en el poder, obligado por la dependencia de sus votos en el Congreso, viéndose obligado a hacer concesiones que en muchos casos rayan la legalidad, cuando no el chantaje. Esto me recuerda la famosa frase de Méndez Núñez" mas vale honra sin barcos, que barcos sin honra", pero parece que a esos niveles de poder, los principios y valores son los que convienen a cada momento y la dignidad e integridad moral solo son valores para la gente humilde.
La negativa a cumplir en los centros escolares la cuota del 25% de castellano, es una clara infracción de la Ley y la Justicia, al negarse a cumplir la sentencia del TSC, ante lo que cualquier gobernante que se digne debiera condenar y obligar a que se cumpla. Pero estamos en España y ya se sabe "Spain is different", por desgracia.
Por otro lado la dependencia del gobierno de los organismos financieros, hace que los oligopolios puedan exhibir su poder, marcando precios abusivos de los productos básicos y que afectan a millones de familias con pobreza energética, al verse el gobierno limitado a imponer un control de precios, permitiendo el abusivo precio de la luz, el gas, los combustibles y en general la cesta de la compra, que ha supuesto una inflación de un 6% y que ha repercutido en una subida del IPC de un 5,9%, situación que daña el estado de bienestar y el poder adquisitivo de los españoles, provocando otro año mas el aumento en mas de un millón el número de personas que entran en el umbral de la pobreza para el próximo 2022.
Desde esta perspectiva, esta claro que nuestra democracia no es el sistema que garantice los derechos y el bienestar de los ciudadanos, desde el momento en que las decisiones políticas están condicionadas por el poder económico y por políticos separatistas e independentistas, lo que la transforma en una farsa, y en la que por desgracia, la única frase que nos queda, es el "sálvese quien pueda". Que triste y que decepcionante