Escuché atentamente el mensaje del Rey, y me pareció muy coherente, cabal y acorde con la situación económica, política y epidemiológica que atraviesa el país, haciendo hincapié en la defensa de la Constitución y sobre todo en la integridad moral de aquellos que ocupan cargos y tienen responsabilidad en instituciones públicas. Con sus palabras, demostró estar por encima de nuestra mezquina y vulgar clase política.
Envió una alusión directa a Sánchez, cuando se refirió a que el cumplimiento de las leyes y el respeto y la lealtad a la Constitución debieran ser la viga maestra en la que se deriven y se sostengan todas las demás políticas, en un momento en que Sánchez se ampara en separatistas e independentistas para afianzar su gobierno, precisamente con los que quieren romper España.
En definitiva un buen discurso que agradó a la mayoría de los españoles y que demuestra que Felipe VI , camina en otra senda diferente a los anteriores Jefes de Estado personalizados en la Corona.