Lo que iba a ser un paseo de las tropas por Ucrania, se ha convertido en un reguero de muertos, de refugiados y ciudades destruidas. Miles de víctimas inocentes, crímenes de guerra, millones de refugiados, inflación galopante en Europa y lo que es peor, la amenaza nuclear sobre nuestras cabezas. Los países occidentales han prestado toda la ayuda humanitaria, pero no han sido capaces de detener la guerra, al contrario la han alimentado con el envío continuo de armas, en lugar de buscar una salida negociada a la guerra. Y aunque Putin continúa sin lograr avances, no se detendrá hasta conseguir sus objetivos. Como en todas las guerras lo mas trágico y lamentable son las victimas civiles y la diáspora que generan. Ahora es vital que los lideres europeos consideren el alcance de sus acciones y sanciones y eviten que un tigre acorralado reaccione de la manera que nadie quiere pero que todos tememos, que es el empleo de la fuerza nuclear, como ya ha amenazado.
Tenemos que tener muy en cuenta que Rusia no va a desistir de su empeño de tener Ucrania, aunque su ejercito se vea colapsado y al límite y no dudará en recurrir al armamento nuclear si no tiene alternativa para llevar a cabo sus planes. En todo caso este conflicto hará que Occidente viva bajo la presión de una economía de guerra, renunciando a muchos de los privilegios de los que ahora los europeos disfrutamos. De ahí la importancia de ponerle fin a esta guerra.
Es decir que pasamos de tener una vida tranquila, plácida y con futuro, a estar con la incertidumbre de que en cualquier momento puede estallar la Tercera Guerra Mundial y de que estamos a un plis de no tener ningún futuro. Esta puta locura se nos esta yendo de las manos y no sabemos como pararla.
Llegamos al absurdo de pensar que si llegamos al refugio o túneles del metro antes de que los misiles impacten, estaremos a salvo. Es solo una ilusión. Si Moscú lanza los misiles, tardarán 10 minutos antes de que lleguen a Madrid y se produzca la explosión y aunque puedas estar a salvo en un refugio, de nada te servirá. El horror para los que sobrevivan a la explosión nuclear será mil veces peor que la muerte. El mas afortunado será el que mas cerca esté de la explosión.