miércoles, 6 de octubre de 2021

EL PODER CARECE DE ALMA

A lo largo de la historia la lucha del ser humano ha sido por mejorar su calidad de vida, por crear una sociedad mejor, donde el idealismo  nos lleva a pensar en ese mundo ideal donde no hubiese ricos ni pobres, sino una sociedad en la que las premisas de igualdad, fraternidad y libertad se hiciesen realidad, pero por desgracia esa realidad en la que vivimos es todo lo contrario y se vuelve cruel en muchas ocasiones.

En nuestro país como en otros muchos las diferencias económicas entre ricos y pobres no solo son abismales, sino obscenas y escandalosas, indignas de una sociedad que se dice civilizada y moderna. Mientras miles de millonarios nadan en la abundancia, millones de familias no llegan a fin de mes y tienen que acudir a los comedores sociales, para no pasar hambre.

Y lo malo es que ese poder, esa riqueza desmesurada o se hereda o se crea a costa del latrocinio encubierto, la corrupción, la astucia y la explotación humana. La falta de escrúpulos  de esos acaudalados millonarios, generan de forma automática, falta de empatía y solidaridad con los que menos tienen, siendo insensibles al sufrimiento ajeno, y sienten un total desprecio hacia esa clase de humildes trabajadores y los millones de familias que que carecen de lo mas básico para subsistir. Ese es el espíritu que anida en esas mentes prepotentes y acaudaladas, cuya esfera de poder  se centra en una élite clasista y podrida de dinero.

Y que nadie piense que por comprar una vivienda se hace independiente y libre, todo lo contrario. Esa odiosa élite posee el mercado inmobiliario, esa vivienda que  compras y que te hipoteca de por vida, convirtiéndote en su esclavo, al igual que el que paga el alquiler. Presumen de crear puestos de trabajo, pero en realidad lo que cobras se lo devuelves pagándoles lo que te dan mediante un salario.  Poseen los productos de primera necesidad, como el gas, el agua, la electricidad, el petróleo y debes pagárselo, para incrementar su poderío y riqueza. Ese es el sistema en que se basa nuestra cultura, nuestra civilización y nuestra sociedad, donde el único Dios que impera y al que se adora es el Dios Dinero, dinero que no tiene alma ni conciencia, que corrompe, vende, trafica, envilece las conciencias y anula los valores y principios en los que se basa la concordia, la igualdad, la solidaridad y la humanidad. ¿Entienden porque es tan prioritario cambiar el sistema y está pendiente esa "gran revolución"?

Hace algo mas de 200 años, una revolución (la francesa) no soporto mas esas diferencias tan obscenas y escandalosas y  tomo por asalto los centros de poder acabando con los privilegios de una aristocracia y una élite  que acumulaba el poder económico y social y los barrio de la sociedad. Durante mas de un siglo consiguieron reducir esas diferencias en parte, aunque por inercia, por naturaleza, la sociedad que transformaron ha vuelto a caer en los mismos errores y defectos, pero algo bueno se hizo, pues al día de hoy, la Constitución Francesa basa sus principios en las tres remisas en que basaron su revolución: LIBERTAD, FRATERNIDAD, IGUALDAD, y sus políticas para cualquier candidato a la presidencia, si quiere obtener los votos de los ciudadanos, debe atenerse a ellas y ahondar en el supuesto de que las riquezas que produce el país tendrán un reparto mas equitativo, sin que esto suponga ningún paralelismo o acercamiento al comunismo, al que yo detesto.

Sin embargo nuestro país ha estado, está y estará siempre del lado de los mismos: los poderosos, los millonarios, las élites privilegiadas, las que carecen de sentimientos y corazón con las clases mas humildes, las explotadas, las mas necesitadas, si nadie lo remedia.

 Por España es un país cainita, depredador, cruel y visceral, donde se lucha por la supervivencia y por alcanzar las poltronas, el poder y el dinero de la forma que sea necesaria, transformando la sociedad en una selva propia de animales salvajes, en vez de seres humanos evolucionados y realizados.

SANCHEZ, EL TRILERO QUE PERDIÓ LA DIGNIDAD

  Cinismo político .  1.- ...