El hundimiento de la civilización y la decadencia de occidente
A la estrambótica ley Trans, se suma ahora el varapalo del Ministro de Seguridad Social: Escriva, quien anuncia un severo castigo a los futuros pensionistas incluidos en el Baby Boomers, o sea los nacidos entre los años 50 y mediados de los 70, manifestando que estos deben jubilarse mas tarde o cobrar una pensión reducida en un 30%.
Es decir que se opta por mantener en el paro a los jóvenes, para obligar a los ancianos a seguir trabajando, en condiciones de mínimo rendimiento (muchos de ellos y ellas, con achaques de salud) y cuando los periodos de cotización excedan de los legalmente exigidos. Todo un esperpento.
Por otro lado Sánchez pretende dar un giro a su "no habrá referéndum" mediante una consulta sobre autogobierno y financiación en Cataluña, para contentar a sus socios de gobierno, lo que encubre de forma solapada un referéndum. Sánchez nos toma por tontos y sigue con su deriva aplicando políticas discriminatorias en favor de los independentistas, que conducirán a una tergiversación de la constitución, dando un trato de favor tanto al País Vaco, como a Cataluña, para seguir teniendo el apoyo de ambos que le permitan continuar en la Moncloa.
¿Es que no hay nadie que detenga este proceder bananero, que amenaza la Unidad de España y la integridad territorial? ¿Es que se va a permitir que vascos y catalanes, se chuleen y se rían del resto de los españoles y destruyan a España como nación?
Entre tanto Sánchez convierte a la Moncloa en su cortijo particular, y aumenta en un 23,6% el número de asesores nombrados a dedo, en lo peor de la pandemia. Lo mas perverso es que no han sido el mérito y la trayectoria profesional lo que ha encumbrado a esos "supuestos" asesores y cargos públicos, sino el amiguismo y enchufismo, convirtiendo a esa legión de paniagados, que chupa de la ubre del Estado que pagamos todos los españoles. Son los ricos privilegiados , subsidiados por el social comunismo. Como siempre, en tiempo de rojos, riqueza para los líderes, para el pueblo hambre y piojos.
Tiempos confusos si, en los que los heterosexuales tenemos que andar con pies de plomo, porque nuestra actitud, nuestra tendencia sexual, puede ser considerada como un delito de odio, contra gays, trans y lesbianas, ya que consideran que ser hetero es de cavernícolas y ese "colectivo", se siente ofendido. O sea, el mundo al revés, o el fin de los tiempos, donde estamos abocados a que un día seamos calcinados, como en "Sodoma y Gomorra".